martes, 16 de agosto de 2016
RELATOS EROTICOS
Se presentaba a una selección para un nuevo empleo en Alicante. Hacía tiempo que barajaba la posibilidad de ir a vivir allí. Fue un día intenso de reuniones, de test y además le dio la oportunidad de conocer a una mujer a la que siempre recordará.
Juan – Castellón
“Se precisa MONITOR DE TECNICAS DE ESTUDIO…”. Así empezaba el anuncio que me ha traído hasta aquí. Tras enviar mi curriculum, pasar toda una mañana rellenando test y una entrevista, me han citado en la sede central de la empresa de selección de personal. Está en el noveno piso de un moderno edificio, con decoración sobria pero lujosa, con amplias salas y grandes ventanales.
En una confortable sala de espera, nos encontramos cinco candidatos. Dos jóvenes, casi seguro recién licenciados que intercambian frases de circunstancia. Mientras esperamos, hago recuento mental sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer en este tipo de entrevistas.
Estoy algo desentrenado, pues llevo once años como profesor de instituto y hace mucho tiempo que deje mis “exámenes”. Me presento porque me resulta atractiva la idea de trasladarme a Alicante, donde está la vacante.
Al abrirse la puerta de forma súbita, aterrizo de mis pensamientos y dirijo la mirada hacia la joven que acaba de entrar. Se presenta a todos con una amplia sonrisa, y un gesto como de pedir disculpas.
-Siento llegar tarde…el trafico…ya sabéis… -dice con voz algo temblorosa por los nervios-
Tendrá unos veinticinco. Es de mediana estatura, pelo castaño abundante y muy liso, cortado justo a la altura del hombro. Viste un elegante traje de chaqueta. Al sentarse, se desabrocha los botones de la chaqueta y cruza con cuidado sus piernas. La falda se adapta como un guante y a través de una abertura lateral deja adivinar el principio de sus muslos.
Fruto de nuestro mutuo desconocimiento, todos los candidatos nos observamos a hurtadillas, aunque para mí ya solo tiene importancia la nueva.
Aparte de ser una mujer atractiva, intuyo que ella sí que puede ser una rival a tener en cuenta. Tiene “eso”, que atrae a los demás, difícil de explicar y que tan buen resultado puede dar en las entrevistas; es una seductora muy sutil. Sin orden aparente, nos van llamando a la entrevista. Quedamos uno de los jóvenes, la chica y yo.
Entra una de las secretarias y dice:
-¿Quieres pasar, por favor? –Dirigiéndose a la chica-
Apresuradamente, la joven recoge el bolso, se levanta y se abotona la chaqueta. Intercambiamos una sonrisa y un gesto de deseos de buena suerte. A continuación, desaparece tras la puerta. Con la precipitación, al levantarse me ha regalado con la visión de su entrepierna y sus braguitas. Mientras espero mi turno, me recreo con este pensamiento.
Al salir de la entrevista, la secretaria me indica que el resto de los candidatos, están en el bar de la primera planta y que debemos volver todos para otra entrevista a las dos de la tarde. Por una parte me desagrada tener que pasar todo el día allí, pero por otra me atrae la idea de volver a ver a Lola, que así se llamaba.
“Se precisa MONITOR DE TECNICAS DE ESTUDIO…”. Así empezaba el anuncio que me ha traído hasta aquí. Tras enviar mi curriculum, pasar toda una mañana rellenando test y una entrevista, me han citado en la sede central de la empresa de selección de personal. Está en el noveno piso de un moderno edificio, con decoración sobria pero lujosa, con amplias salas y grandes ventanales.
En una confortable sala de espera, nos encontramos cinco candidatos. Dos jóvenes, casi seguro recién licenciados que intercambian frases de circunstancia. Mientras esperamos, hago recuento mental sobre lo que se debe y lo que no se debe hacer en este tipo de entrevistas.
Estoy algo desentrenado, pues llevo once años como profesor de instituto y hace mucho tiempo que deje mis “exámenes”. Me presento porque me resulta atractiva la idea de trasladarme a Alicante, donde está la vacante.
Al abrirse la puerta de forma súbita, aterrizo de mis pensamientos y dirijo la mirada hacia la joven que acaba de entrar. Se presenta a todos con una amplia sonrisa, y un gesto como de pedir disculpas.
-Siento llegar tarde…el trafico…ya sabéis… -dice con voz algo temblorosa por los nervios-
Tendrá unos veinticinco. Es de mediana estatura, pelo castaño abundante y muy liso, cortado justo a la altura del hombro. Viste un elegante traje de chaqueta. Al sentarse, se desabrocha los botones de la chaqueta y cruza con cuidado sus piernas. La falda se adapta como un guante y a través de una abertura lateral deja adivinar el principio de sus muslos.
Fruto de nuestro mutuo desconocimiento, todos los candidatos nos observamos a hurtadillas, aunque para mí ya solo tiene importancia la nueva.
Aparte de ser una mujer atractiva, intuyo que ella sí que puede ser una rival a tener en cuenta. Tiene “eso”, que atrae a los demás, difícil de explicar y que tan buen resultado puede dar en las entrevistas; es una seductora muy sutil. Sin orden aparente, nos van llamando a la entrevista. Quedamos uno de los jóvenes, la chica y yo.
Entra una de las secretarias y dice:
-¿Quieres pasar, por favor? –Dirigiéndose a la chica-
Apresuradamente, la joven recoge el bolso, se levanta y se abotona la chaqueta. Intercambiamos una sonrisa y un gesto de deseos de buena suerte. A continuación, desaparece tras la puerta. Con la precipitación, al levantarse me ha regalado con la visión de su entrepierna y sus braguitas. Mientras espero mi turno, me recreo con este pensamiento.
Al salir de la entrevista, la secretaria me indica que el resto de los candidatos, están en el bar de la primera planta y que debemos volver todos para otra entrevista a las dos de la tarde. Por una parte me desagrada tener que pasar todo el día allí, pero por otra me atrae la idea de volver a ver a Lola, que así se llamaba.
Están todos en el bar charlando animadamente. Lola, sin intervenir demasiado, ya es el centro del grupo.
-Soy pedagoga –dice- y enseguida alguien hace el chiste “Ah, eso de los pies…”, a lo que responde con gesto de contrariedad:
-No, no tiene nada que ver.
Al girar un poco la cabeza, nuestras miradas se cruzan y sin palabras nos decimos que entre nosotros nos podemos entender mejor que con los demás
Ya que teníamos tiempo, decidimos comer todos juntos. Durante la comida, Lola se muestra simpática. La observo con discreción y cada vez me siento más atraído. Me gustan mucho sus movimientos, y ahora que está solo con camisa, se adivinan unas formas muy femeninas.
Al terminar de comer nos dirigimos todos hacia el ascensor. Ella va delante de mí. Su falda, aunque algo holgada, se va adaptando a las curvas de sus nalgas acompasadamente con sus pasos, y además se adivina un culo bien formado.
Sé que no está bien, pero al entrar al ascensor dejo ir mi mano. Con el dorso, le restriego suavemente el culo, siguiendo sus bonitas curvas. Ya que ha parecido accidental, ella ni se inmuta, en cambio a mi me ha llenado de deseo.
Sucesivamente han ido llamando a los otros candidatos y ya solo quedamos ella y yo. A Lola la vuelven a llamar antes que a mí y quedo solo en la sala. Al final de mi entrevista me indican que solo han quedado dos candidatos y que, hasta dentro de dos horas, estamos libres, ya que vendrá el jefe de la empresa de selección para hacer una última prueba.
Como no se qué hacer, lo primero que pienso es en ir al servicio. Resulta ser un lavabo enorme, con grandes reservados y amplios espejos.
Cuando ya iba a entrar en uno de los reservados, se abre la puerta del costado y aparece Lola. Ambos nos miramos con cara de extrañeza, y al final digo:
-Me parece que alguien se ha equivocado o… esto es un lavabo unisex como en Ally McBeal…
Volvemos a sonreír y sin darnos cuenta del sitio donde estamos, empezamos a intercambiar nuestras sensaciones del día, los nervios que se pasan, la cara tan dura que tienen los entrevistadores etc.
Se abre la puerta, nos sentimos como dos niños sorprendidos en una travesura y no se nos ocurre nada mejor que escondernos en un reservado. Se oye el taconeo de una mujer y como se acerca a nosotros. Frente a frente, nos miramos y con dificultad aguantamos la risa. Movidos por una fuerza misteriosa, nuestros cuerpos se van acercando hasta que nuestros labios se rozan levemente. Lola se retira rápidamente y sin proponérselo da un golpe en la pared y se le escapa un pequeño gemido.
-Soy pedagoga –dice- y enseguida alguien hace el chiste “Ah, eso de los pies…”, a lo que responde con gesto de contrariedad:
-No, no tiene nada que ver.
Al girar un poco la cabeza, nuestras miradas se cruzan y sin palabras nos decimos que entre nosotros nos podemos entender mejor que con los demás
Ya que teníamos tiempo, decidimos comer todos juntos. Durante la comida, Lola se muestra simpática. La observo con discreción y cada vez me siento más atraído. Me gustan mucho sus movimientos, y ahora que está solo con camisa, se adivinan unas formas muy femeninas.
Al terminar de comer nos dirigimos todos hacia el ascensor. Ella va delante de mí. Su falda, aunque algo holgada, se va adaptando a las curvas de sus nalgas acompasadamente con sus pasos, y además se adivina un culo bien formado.
Sé que no está bien, pero al entrar al ascensor dejo ir mi mano. Con el dorso, le restriego suavemente el culo, siguiendo sus bonitas curvas. Ya que ha parecido accidental, ella ni se inmuta, en cambio a mi me ha llenado de deseo.
Sucesivamente han ido llamando a los otros candidatos y ya solo quedamos ella y yo. A Lola la vuelven a llamar antes que a mí y quedo solo en la sala. Al final de mi entrevista me indican que solo han quedado dos candidatos y que, hasta dentro de dos horas, estamos libres, ya que vendrá el jefe de la empresa de selección para hacer una última prueba.
Como no se qué hacer, lo primero que pienso es en ir al servicio. Resulta ser un lavabo enorme, con grandes reservados y amplios espejos.
Cuando ya iba a entrar en uno de los reservados, se abre la puerta del costado y aparece Lola. Ambos nos miramos con cara de extrañeza, y al final digo:
-Me parece que alguien se ha equivocado o… esto es un lavabo unisex como en Ally McBeal…
Volvemos a sonreír y sin darnos cuenta del sitio donde estamos, empezamos a intercambiar nuestras sensaciones del día, los nervios que se pasan, la cara tan dura que tienen los entrevistadores etc.
Se abre la puerta, nos sentimos como dos niños sorprendidos en una travesura y no se nos ocurre nada mejor que escondernos en un reservado. Se oye el taconeo de una mujer y como se acerca a nosotros. Frente a frente, nos miramos y con dificultad aguantamos la risa. Movidos por una fuerza misteriosa, nuestros cuerpos se van acercando hasta que nuestros labios se rozan levemente. Lola se retira rápidamente y sin proponérselo da un golpe en la pared y se le escapa un pequeño gemido.
Desde fuera, se oye:
-Te pasa algo ¿Te encuentras bien?
Lola responde:
-No, estoy bien, es que…
-Ya me imagino, los nervios del día, ¿No?”, continua la voz.
Nosotros desde dentro intercambiamos un gesto de complicidad.
Me acerco hacia ella, y la beso en el cuello. Entre ellas, intercambian varias frases, mientras que yo aprovecho la situación y me prodigo en caricias y besos, que parecen gustarle.
La puerta se abre de nuevo y se oye como dos mujeres hablan y hacen comentarios de los candidatos que han pasado hoy. Lola y yo nos concentramos en nuestras caricias. Mis manos se deslizan por debajo de su camisa hacia sus pechos, sujetos por un pequeño sujetador de muy fina tela que permite adivinar claramente donde están sus pezones. Los desabrocho y retiro hacia arriba y quedan a mi alcance dos lindas peritas que piden a gritos que me las coma; lo cual hago con sumo gusto. Ahora mis manos se dirigen hacia sus nalgas y al acariciarlas, la falda sube y baja deslizándose sobre su piel. Busco su entrepierna y encuentro sus braguitas hechas de fino satén. Por encima de ellas, froto sobre su sexo y pronto noto una ligera humedad y una tibieza estimulante. Lola me besa y mordisquea en el cuello, y cuando puede me pasa las manos sobre mi pecho peludo.
Cada vez froto sobre su sexo con más intensidad y ella abre sus piernas sin complejos para que mis caricias sean lo más “amplias” posibles. La puerta se abre de nuevo y tras ella desaparecen las voces. Lola y yo nos entregamos a nuestros sentidos, nos besamos y acariciamos con pasión. Mis dedos buscan el borde de sus bragas y tiran de ellas hacia abajo, ella me ayuda muy excitada. Mientras me bajo los pantalones, ella sujeta su falda ofreciéndome la visión de su sexo, que ya está ansioso por ser visitado.
-Te pasa algo ¿Te encuentras bien?
Lola responde:
-No, estoy bien, es que…
-Ya me imagino, los nervios del día, ¿No?”, continua la voz.
Nosotros desde dentro intercambiamos un gesto de complicidad.
Me acerco hacia ella, y la beso en el cuello. Entre ellas, intercambian varias frases, mientras que yo aprovecho la situación y me prodigo en caricias y besos, que parecen gustarle.
La puerta se abre de nuevo y se oye como dos mujeres hablan y hacen comentarios de los candidatos que han pasado hoy. Lola y yo nos concentramos en nuestras caricias. Mis manos se deslizan por debajo de su camisa hacia sus pechos, sujetos por un pequeño sujetador de muy fina tela que permite adivinar claramente donde están sus pezones. Los desabrocho y retiro hacia arriba y quedan a mi alcance dos lindas peritas que piden a gritos que me las coma; lo cual hago con sumo gusto. Ahora mis manos se dirigen hacia sus nalgas y al acariciarlas, la falda sube y baja deslizándose sobre su piel. Busco su entrepierna y encuentro sus braguitas hechas de fino satén. Por encima de ellas, froto sobre su sexo y pronto noto una ligera humedad y una tibieza estimulante. Lola me besa y mordisquea en el cuello, y cuando puede me pasa las manos sobre mi pecho peludo.
Cada vez froto sobre su sexo con más intensidad y ella abre sus piernas sin complejos para que mis caricias sean lo más “amplias” posibles. La puerta se abre de nuevo y tras ella desaparecen las voces. Lola y yo nos entregamos a nuestros sentidos, nos besamos y acariciamos con pasión. Mis dedos buscan el borde de sus bragas y tiran de ellas hacia abajo, ella me ayuda muy excitada. Mientras me bajo los pantalones, ella sujeta su falda ofreciéndome la visión de su sexo, que ya está ansioso por ser visitado.
Sin saber muy bien como, la penetro mientras rodea mi cintura con su pierna. Tras unos instantes, entre gemidos y suspiros ahogados en nuestras gargantas nos corremos los dos.
Con dificultad, recomponemos nuestra imagen de personas responsables y volvemos a la sala de espera. Nos sentamos uno enfrente del otro y nos observamos con detenimiento.
Sea cual sea el resultado de la selección, siempre recordaremos esta oferta de trabajo.
Además, yo nunca olvidare a Lola.
Con dificultad, recomponemos nuestra imagen de personas responsables y volvemos a la sala de espera. Nos sentamos uno enfrente del otro y nos observamos con detenimiento.
Sea cual sea el resultado de la selección, siempre recordaremos esta oferta de trabajo.
Además, yo nunca olvidare a Lola.
10 posturas sexuales que prefieren las mujeres
Las posturas sexuales que prefieren las mujeres pueden ser muy distintas a las que prefieren los hombres, aunque esto puede variar según la personalidad y el gusto sexual de tu pareja.
Según la personalidad que tenga tu novia, mujer, chica o amiga puede que le gusten más las posturas románticas que las puramente sexuales. Si tiene una personalidad dominante preferirá estar arriba y controlar la penetración y si lo que le gusta es ser dominada te dará la espalda para que seas tú quien toma el control.
Las mujeres son complicadas, nunca se sabe bien lo que les pasa por dentro (a los hombres esto nos desorienta). Para ahorrarte trabajo te vamos a dar una lista de las 10 posturas sexuales que prefieren las mujeres así te dejas de romper la cabeza pensando la próxima vez que estén juntos.
Según algunos estudios las parejas suelen utilizar de 2 a 4 posturas sexuales “clásicas” y poco más, ahí se termina el repertorio, pero no hace falta salir con una actriz porno para que tu chica experimente algunas posturas nuevas sin que sean completamente extrañas.
No dejes que la monotonía se adueñe de tus ratos de intimidad sexualporque es una de las principales razones por las que las mujeres engañan a sus parejas. Si estás buscando poner un poco de pimienta en tu cama, memoriza estas 10 posturas sexuales que prefieren las mujeres y déjate de rollos.
Posturas sexuales que prefieren las mujeres
1. Penetración Profunda
En esta posición la penetración es total y se consigue una gran estimulación del punto G. Para conseguirla la mujer debe tumbarse de espalda con las piernas levantadas hacia su cabeza. También es una posición en la que disfrutan mucho los hombres, solo debes tener cuidado si tienes un miembro muy grande porque, en ese caso, puede que a ella le resulte incómoda esta postura.2. El Sometido
Esta postura es típica de las mujeres dominantes y de las que experimentan el orgasmo con una buena penetración vaginal. El hombre permanecerá tumbado sobre la cama o el piso y ella encima dando la espalda se ocupará de hacer casi todo el trabajo y no rechistará porque, estando arriba, también domina todo lo que ocurre. Generalmente sus movimientos serán hacia arriba y hacia abajo, pero también es muy probable que disfrute moviéndose hacia delante y hacia atrás. Déjala que ella haga lo que quiera y disfruta de la vista.3. La Postura de el Misionero
Es la postura sexual “más clásica” y generalmente se peca utilizándola casi siempre, para la mujer es muy cómoda porque solo tiene que tumbarse boca arriba y “dejarse hacer” y puede controlar la penetración cerrando las piernas y dificultándote el trabajo de penetración. Para muchas mujeres es la postura ideal aunque te recomendamos que no abuses de ella porque será monótono.4. El Tornillo
Es, sin duda, una de las posturas favoritas de las mujeres (y de los hombres) si aún no la has experimentado con tu chica no dejes de hacerlo la próxima vez. La mujer debe tumbarse con ambas piernas recogidas y hacia un lado (como en posición fetal) pero dejando espacio para que puedas acoplarte a ella. La propia postura hace que físicamente sea muy intensa para la mujer (¡y para el hombre! así que cuidado, porque puedes terminar la faena más rápido de lo que te gustaría). Si a tu chica le cuesta llegar al orgasmo, esta postura puede ser tu solución, con una buena lubricación y colocándose ambos a la altura justa el placer está más que garantizado.5. La Fusión
Para disfrutar realmente de esta postura dependes por un lado del tamaño de tu miembro y del peso de ella. Por una parte es una postura ideal para la estimulación del punto G (sea cual sea el tamaño de tu miembro) y por otra es bastante cómoda si ambos consiguen una buena movilidad. El hombre debe tumbarse boca arriba con las piernas estiradas y los brazos ligeramente hacia atrás con las palmas extendidas y la mujer debe acoplarse sobre él con las piernas ligeramente flexionadas. Empujando ambos hacia delante se logra una agradable penetración.6. La Mariposa
Es la postura ideal para practicar sexo espontáneo o cuando tienes una mesa cerca ya que la altura juega un papel fundamental en esta postura. Incluso si apenas tendrías que bajarte los pantalones tu y ella (si tuviera pantalones) así que es la postura ideal para un encuentro rápido, apasionado y espontáneo.Ella debe estar tumbada sobre la mesa boca arriba con las nalgas justo al borde de la mesa y el hombre estar de pie frente a ella. Solo ten cuidado de que la mesa sea resistente y que no haya nada que pueda caerse de encima y romper el momento.
7. Andrómaca o Molino
Se parece mucho a la postura nro. 2 (El Sometido) con la diferencia que la mujer se montará sobre le hombre, pero enfrentados. Esto cambia al ángulo de penetración en la vagina y se consigue llegar directamente al punto G. Además si la mujer tiene los pechos grandes el movimiento es hipnótico y si se recuesta un poco sobre el hombre puede introducir su pecho en la boca de él. Ya ves, todo ventajas.8. Postura Indra
Es una de las posturas favorita de las mujeres y con la que consiguen llegar con facilidad (y repetidamente) al orgasmo. Se parece la postura nro. 1 (Penetración profunda) pero con la diferencia de que se coloca una almohada o almohadón debajo de su espalda para elevar el ángulo de penetración en la vagina con lo que se consigue una estimulación directa al punto G. El hombre consigue mucha movilidad y control con esta postura y la mujer goza de una penetración generosa, intensa y muy placentera.9. La Sorpresa
Es un nombre curioso es verdad. La sorpresa es una de esas posturas que solo podrás disfrutar con tu pareja si ella tiene una buena flexibilidad y si no se marea cuando la sangre se le va a la cabeza (esto es importante).Se trata de que la mujer adopte una postura en el suelo como de cuatro patas apoyando las palmas de las manos y las plantas de los pies y el hombre se acople a ella desde atrás afirmándose de su cintura. Es una postura realmente placentera para ambos siempre y cuando ella sienta comodidad como ya hemos dicho.
10. El Deleite
Es una postura ideal para hacer al borde de la cama o de un sofá, porque se necesita una diferencia de altura entre ambos cuerpos (la mujer un poco más arriba que el hombre). La mujer puede permanecer sentada con las piernas abiertas frente a frente con el hombre mientras este se acopla a ella aprovechando toda la fuerza de sus brazos para empujarla sobre si. Si el hombre tiene un buen apoyo de las rodillas y ella utiliza sus brazos para acompañar el movimiento el resultado es una postura muy cariñosa y sensual para ambos.
Comparte esta lista para que todos los hombres la conozcan, aunque para ti sea obvio para otros puede ser de mucha ayuda. ¿Te gustaría que incluyéramos alguna postura más
Cerveza: crean una a partir de bacterias vaginales de una modelo
El slogan de esta nueva cerveza bien podría ser: “Para gustos los colores y para sabores de cervezas las vaginas”. Si amigos, no nos hemos vuelto locos porque sobre gustos no hay nada escrito.
Hasta ahora todos (o casi todos) sabíamos que el tamaño importa y eso también incluye el tamaño de la vagina, pero en cuestión de sabores ¿quién puede decir qué tiene la última palabra?. Hoy podemos afirmar que The order of Yoni tiene algo que decir al respecto porque esa es la marca de estanueva cerveza obtenida a partir de las bacterias vaginales de una modelo.
¿Te gustaría probar como sabe una cerveza obtenida a partir de la modelo Wojciech Mann?
Pues con la nueva cerveza que espera lanzar al mercado la marca “The order of Yoni” podrás hacerlo, aunque realmente no lo notes, al menos eso es lo que dicen los creadores de este insólito producto.
La cosa va mas o meno así, ya te contamos cuales son las 5 mejores cervezas del mundo, pero eso fue antes de la aparición de “The order of Yoni” y su cerveza obtenida a partir de la fermentación con bacterias extraídas del ácido láctico de la vagina de lahermosa modelo checa Wojciech Mann.
Sabemos que todo esto suena a una locura, pero nada más lejos de la realidad. La cerveza que nos propone “The order of Yoni” está aún en fase de desarrollo y buscando capitalizarse a través de plataformas de crowdfoundingpara conseguir los 150.000 euros iniciales que les permitirían lanzar el proyecto de manera mundial.
El plan se trata, básicamente, de llegar a producir tres lotes de 16.600 cervezas cada uno para que cada uno de los afortunados compradores (casi 50.000 personas) puedan disfrutar en su propio paladar el sabor único de la primera cerveza del mundo obtenida a partir de la fermentación con bacterias vaginales de una mujer y no cualquier mujer sino la bellísima modelo Wojciech Mann.
La empresa (que solo lleva recaudados 1.000 euros) espera vender al precio de 20 euros el litro de esta exclusiva cerveza. Así que hablamos de un producto enfocado al sector del lujo y que podría considerarse “gourmet” (…o algo así).
A pesar del extraño origen de las bacterias utilizadas en su fabricación, los precursores de esta empresa aseguran que ni el color, ni el sabor, ni el olor de la cerveza se verían afectados, por lo que tampoco notarías una diferencia distintiva en su color, aroma o sabor respecto a otras cervezas. O, al menos, algo que la hiciera inconfundible en boca.
¿Y tú que opinas?
viernes, 12 de agosto de 2016
100 KILOS DE PASIÓN
The adipositivity proyect es una página web dedicada a la gente con sobrepeso. El objetivo, según su fundadora y autora de estas imágenes, Substantia Jones, es promover la aceptación del cuerpo y ampliar las definiciones de belleza. Le presentamos una serie de fotografías que no lo dejarán indiferente. ¿Está preparado?
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